Estamos exactamente a un año del tercer Clásico Mundial de Béisbol, al que Cuba está clasificado por haber quedado entre los doce primeros de la segunda edición. Sin embargo, en medio de la actual serie nacional, no son pocos los correos, comentarios y polémicas sobre quién pudiera ser el mánager de nuestra selección al esperado certamen del 2013.
Si nos guiáramos por la metodología que hace poco se discutió —INDER, Federación Cubana y prensa especializada— en reuniones por varias zonas del país, el director del equipo Cuba debiera salir de nuestro pasatiempo nacional y luego mantenerse en el cargo al menos por un ciclo competitivo sin tener que dirigir entonces ningún conjunto provincial, siempre y cuando sus resultados sean positivos.
Hasta ahí la idea parece buena, pero ocurre que en estos momentos no existe esa persona, — a pesar de la importancia que tendría—, pues Alfonso Urquiola, timonel al último campeonato mundial y a los Juegos Panamericanos, no cumple ya esa función; en tanto Eduardo Martín, otro que lo ha hecho en los últimos años, está en su provincia sin indicaciones precisas sobre esa tarea.
Si nos guiáramos por la metodología que hace poco se discutió —INDER, Federación Cubana y prensa especializada— en reuniones por varias zonas del país, el director del equipo Cuba debiera salir de nuestro pasatiempo nacional y luego mantenerse en el cargo al menos por un ciclo competitivo sin tener que dirigir entonces ningún conjunto provincial, siempre y cuando sus resultados sean positivos.
Hasta ahí la idea parece buena, pero ocurre que en estos momentos no existe esa persona, — a pesar de la importancia que tendría—, pues Alfonso Urquiola, timonel al último campeonato mundial y a los Juegos Panamericanos, no cumple ya esa función; en tanto Eduardo Martín, otro que lo ha hecho en los últimos años, está en su provincia sin indicaciones precisas sobre esa tarea.