Para curiosidad de nuestros lectores les ofrecemos algunas valoraciones de lo sucedido hasta los juegos de este domingo, cuando se habían celebrado 33 partidos de play off. Más allá de la rivalidad y el espectáculo, son señales para no perder de vista.
Alfredo Despaigne y el bateo de Granma están entre lo más significativo. En el caso del cuarto bate, se encuentra a punto de igualar el récord de jonrones para postemporada (8 de Alexander Malleta en el 2007), pues suma seis, en tanto pudiera romper las marcas de impulsadas (24 de Rolando Meriño -2008) y bases por bola (20 de Javier Méndez -2003), apartados en los que compila 15 y 11 respectivamente.
De avanzar a la discusión del título, la tropa de Ángel Ortega es fuerte candidata a borrar de los archivos las estadísticas colectivas en cuadrangulares, pues con 21bambinazos están a dos de los conectados por Santiago de Cuba hace tres años, al tiempo que amenazan también con dejar en el olvido los 182 hits de Industriales, pues suman ya 118.
Sin duda, estos play off han sido los más adoloridos con 78 pelotazos, liderados por los 26 dados por Granma y los 13 de Ciego de Ávila, es decir a 2,36 en cada desafío, mucho más alto que en la campaña regular (1.69). ¿Tantos des ball solo por lanzar más pegado o será otro ejemplo del descontrol en muchos staff de pitcheo? Habrá que preguntárselo al guantanamero Vismay Santos y al avileño Osvaldo Vázquez, con cuatro bolazos en su cuerpo.
Finalmente, la defensa sigue dejando mucho que desear, con crédito negativo también para los granmenses (16 errores). Para que se tenga una idea de lo mal que estamos en este aspecto —se impone alguna estrategia con urgencia—, en solo seis encuentros se ha jugado inmaculadamente, en tanto de un año a otro las cosas empeoraron, pues en todo el play off de la XLIX edición se cometieron 66 marfiladas y ahora vamos ya por 65 sin tan siquiera haber concluido la semifinal.
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