Hace poco más de un año, en su casa de Campechuela, junto a su madre Estela Milanés, el granmense Yoennis Céspedes nos aseguró que una de sus metas personales era arrebatarle el récord de 32 cuadrangulares de su compañero de equipo, Alfredo Despaigne.
Cuando aún restaban tres juegos a la etapa clasificatoria, el jardinero central del equipo Granma igualó la marca deseada, en tanto este 22 de marzo se convirtió en el nuevo recordista de este apartado, uno de los más seguidos en cualquier béisbol del mundo, pues el jonrón significa el batazo más espectacular dentro de un terreno de pelota.
“Pensaba romper el récord, a pesar de que no me considero un jonronero como tal. Siempre lo tuve en mente desde que Despaigne le rompió la marca a Alexei Bell hace dos series”, declaró este joven mientras firmaba autógrafos para los niños que lo reconocen como un paradigma a imitar.
Sobre la excelente temporada 2010-2011, que incluye también el liderato en impulsadas, segundo en anotadas y total de bases; y quinto en slugging, el hijo de la estelar softbolista Estela Milanés prefiere definirlo como “la consagración de su carrera deportiva”.
“Muchos entrenadores se me acercaron para ayudarme a pulir lo que me hacía falta para llegar a ser el verdadero tercer bate que necesitaba Granma, un equipo en el que hay muy buenos bateadores. Creo haber encontrado eso que me faltaba para ser integral y ahora quiero lograrlo también en el equipo Cuba”, comentó.
Sobre las perspectivas de su selección en los venideros play off, el jardinero no escondió sus pronósticos. “Sabemos que el pitcheo nuestro no es de los mejores, pero la ofensiva intentará mantenerse como hasta ahora, puntera en todo. Hay quien nos elimina en cuartos de finales, pero nosotros soñamos con ser campeones”.
“Hemos tenido una buena serie casi todos, Despaigne, Yordanis Simón, Urmaris Guerra, Carlos Benítez, Ramón, Tamayo, Ciro Silvino, y la dirección del equipo ha demostrado que la disciplina y la unidad en el colectivo rinde siempre resultados”, acotó Céspedes.
Finalmente, la sana rivalidad deportiva que implica romper el récord de Despaigne, el líder jonronero no la llevó a la vida personal. “Ese es mi hermano, compartimos la habitación en los hoteles donde nos hospedamos y nuestra relación no se verá afectada por esto, todo lo contrario, ya él está pensando que solo durará un año la marca que acabo de implantar”.
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