Taichung.- Uno de los jugadores de béisbol más seguidos de nuestra selección nacional en los últimos años es Yulieski Gourriel, quien no tuvo un rendimiento como esperaba en el concluido premundial en Puerto Rico, pero anda confiado que todo cambiará en la Copa Intercontinental.
“Hemos tenido varios días de preparación desde que llegamos el lunes, principalmente la parte ofensiva que fue nuestro Talón de Aquiles en el premundial”, reconoció el antesalista espirituano, que tuvo el tiempo justo para ver a su familia entre un torneo y otro, “pues la tierra se extraña siempre”.
Sobre el mal momento vivido con el madero en tierras boricuas, reconoció que la parte psicológica es fundamental. “He ido trabajando en eso y tendré un poco más de paciencia a la hora de ir a batear, que es lo más difícil del béisbol”, comentó en medio de una jornada intensa de entrenamiento en el estadio Doiliu, sede del primer partido de Cuba contra la República Checa.
“El equipo tiene el mismo ímpetu y ánimo de salir al terreno a buscar la medalla de oro, como siempre hacemos; lo que está pasando es un poco de ansiedad en los juegos finales, donde no han estado saliendo las cosas bien”, señaló uno de los peloteros cubanos más conocidos en el exterior desde su debut en equipos nacionales.
Sobre la posibilidad de que en un futuro pudiera desempeñarse en el campo corto, y no en su posición habitual de antesalista, Gourriel contó que si bien es cierto que en las categorías juveniles se desempeñó en esa posición, hoy no lo tiene incorporado como una posibilidad real.
“Varias veces me lo han propuesto en los equipos nacionales. Aquí mismo, Germán Mesa me ha dicho que tengo todas las condiciones para jugar como torpedero, pero esas cosas no pueden ser improvisadas, quizás en el futuro”, acotó.
Yulieski Gourriel es uno de los que también ha estado en tres ocasiones en Taipei de China para lides internacionales y vaticinó que esta Copa debe ser más fuerte que el premundial por el nivel de los equipos asiáticos, al tiempo que aseguró la confianza en salir por el oro. “Para Cuba no hay otra opción”, concluyó.
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