24 octubre, 2010

¿Quiénes comen mejor con palitos chinos?

Taichung.— No, esta página no da recetas de comida. Pero en un certamen de béisbol en tierra asiática, como la XVII Copa Intercontinental, es casi imposible dejar de mencionar estos utensilios si se trata de identificar a los equipos con más condiciones para disputarles a Cuba la corona ganada hace cuatro años en esta ciudad.
El debut antillano con los checos (18-0) tenía un plan casi de memoria para los jugadores: marcarles la mayor cantidad de carreras y no permitir anotación, lo cual se cumplió a la perfección. Similar guión veremos el venidero miércoles ante la escuadra de Hong Kong, debutante en estas citas igual que los europeos, y que intentará descifrar los envíos del lanzador guantanamero Dalier Hinojosa, anunciado con anticipación por la dirección técnica.
Son esas dos formaciones las únicas débiles que enfrentará Cuba en este evento, pues el resto: Sudcorea (previsto para las 6:30 a.m, hora de Cuba, de este lunes), Taipei de China el martes en idéntico horario y los tres primeros lugares del Grupo B no serán ningún manjar, de ahí lo estratégico de manejar con inteligencia el pitcheo, pues el mínimo error puede ser extremadamente costoso.
Por lo visto en las dos primeras jornadas, los punteros de la llave contraria deben ser Japón, Holanda y quizás Nicaragua (su partido definitorio será contra Italia), lo cual pondrá la segunda fase más ardiente, ya que el primer partido de esa ronda será entre A1-B1, presumiblemente Japón-Cuba. La única variante para que esto no sucediera el jueves es que los nipones cedieran frente a los holandeses y los cubanos cayeran ante los anfitriones.
Ahora que hablamos del conjunto taipeiano, sus integrantes son jóvenes que se desempeñan en la liga profesional de este país, en tanto el conjunto japonés es una mezcla de peloteros de la primera y segunda liga rentada de esa nación. En el caso de Holanda, se trata de su selección nacional, la misma que estuvo hace un año en el mundial y cayó por estrecho marcador 3-5 frente a los nuestros.
Si bien el cambio más visible en la alineación cubana es la entrada de Giorvis Duvergel como hombre proa, el manager Eduardo Martín tiene ahora hombres en el banco dispuestos a sustituir al que parpadee a la ofensiva, leáse Yoandri Urgellés, Rudy Reyes, Yosvani Alarcón, y los propios Yoennis Céspedes y Alexander Malleta.
Entre estas cuatro formaciones debe salir el campeón, con motivaciones diferentes cada una. Los locales para llevarse por vez primera el “gato al agua” internacionalmente con el apoyo de su público. Para los conocidos tulipanes se tratará de una venganza a la derrota sufrida en el 2006 mientras discutían el cetro. En el caso de Japón, le permitiría extender el dominio que alcanzan en los Clásicos Mundiales.
Cuba, por supuesto, tiene la motivación especial de retener una de las pocas coronas internacionales aún en su poder, aunque el mayor objetivo será convencer al pueblo de que el juego alegre, talentoso y espectacular sigue de nuestro lado. Y todo será posible en apenas seis días, incluso hasta “comer con palitos chinos...

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