03 octubre, 2010

Premundial de béisbol: para comernos el “cake”

Apenas han transcurrido dos jornadas para nuestra selección cubana de béisbol en el torneo premundial y prepanamericano, y muchos no han demorado en descalificar a la justa, como “la liga del cake”, pues los primeros rivales: Venezuela y Argentina, mostraron poco nivel de juego y una calidad bien alejada de lo esperado para una cita donde se reparten seis cupos mundialistas y siete para Guadalajara 2011.
Tampoco es previsible que Nicaragua (adversario este lunes) ni Antillas Holandesas (pospuesto el partido para el miércoles) puedan enseñar más de lo que conocemos en sus últimas presentaciones internacionales, en tanto el desafío más cerrado de esta primera ronda debe resultar contra Canadá, llena de jóvenes profesionales de ligas doble A, pero sin fogueo al más alto nivel.
Luego, en la segunda fase todo pudiera cambiar, pues del Grupo B las mayores opciones de avanzar son para Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominicana y Panamá. Es cierto, ninguno de ellos arropa los mismos jugadores que han estado en los dos Clásicos Mundiales —el techo más grande del béisbol en estos tiempos—, pero eso no los hace directamente inferiores a los nuestros.
Es que acaso alguien olvidó que con más o menos esa misma calidad cedimos en el preolímpico del 2007, en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y en la Copa Mundial del 2009. Por eso, lejos de subestimar lo visto hasta el momento, se impone seguir jugando sin fisuras, con un mejor corrido en las bases que el exhibido ante los venezolanos, una correcta utilización de abridores, intermedios y cerradores, y un sentido preciso de que no hay inamovibles en una alineación si no se los ganan con rendimiento, sea quien sea.
Estoy convencido que veremos partidos más cerrados en la próxima etapa —en especial frente a norteños, boricuas y panameños—, como no albergo dudas del regreso a casa con la clasificación para la Copa Mundial y los Juegos Panamericanos del 2011. Pero todos sabemos que solo la corona de la justa, convincente y sin lagunas en cada uno de los aspectos de juego, es lo único que haría calmar las insatisfacciones que aún tiene nuestra exigente afición.
Para comernos el “cake”, Eduardo Martín tendrá que mover sus piezas con estrategia perfecta, pues no es la primera vez que un lanzador rival se nos atraviesa en el juego decisivo. Al decir de la prensa boricua, el duelo entre estadounidenses y cubanos se pinta ideal para la final, tras las declaraciones del mánager de los norteños, Ernie Young: “Cuba siempre tiene un buen equipo, pero la defensa y el cuerpo de lanzadores nuestros son muy sobresalientes”.
Aunque la polémica en la pelota nunca termina, vivamos este torneo como termómetro ideal de lo que pasa con esta disciplina en América, pues 10 días después de finalizado el examen, tendremos otro en la Copa Intercontinental de Taipei de China. Allí, en lugar de “cake” tendremos una “sopa” de europeos y asiáticos. Y tampoco nadie perdonaría dejar de tomárnosla.

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