21 octubre, 2010

Por la corona del adiós en la Copa Intercontinental

Sin apagarse aún la encendida polémica sobre la actuación de Cuba en el recién celebrado torneo premundial y prepanamericano —plata con tres derrotas—, nuestra selección enfrentará del 23 al 31 de octubre su último compromiso extrafrontera en este 2010: la XVII Copa Intercontinental, en Taichung, Taipei de China.
La misma sede que vio coronarnos hace cuatro años, servirá para despedir oficialmente estos certámenes, pues la Federación Internacional decidió potenciar otras categorías y poner punto final a estas justas, nacidas en 1973 —primero cada dos años y desde el 2002 cada cuatro— y por las que han pasado 27 naciones —si contamos las tres debutantes de ahora—, en tanto nuestros equipos se incorporaron desde 1979, con balance total de 10 coronas y tres subtítulos.
La historia, siempre llena de estadísticas, muestra innumerables anécdotas y hechos relacionados con la presencia antillana, pero tres sobresalen por ser irrepetibles hasta la fecha: el juego perfecto de Lázaro Valle en la IX edición (1989) frente a los sudcoreanos; la triple corona de Luis Giraldo Casanova en la V (1981); y los 50 juegos consecutivos bateando de hits de Omar Linares, quien participó en siete ediciones, de 1985 a 1997.

Cuba por dentro
Si bien es cierto que ha sido Cuba la principal animadora de estas citas, con 115 victorias y apenas 12 reveses en trece versiones, lo más interesante radica en cuánto hemos contribuido por mantener con vida y calida esta confrontación por invitación —la organizamos en 1979, 1987, 1995 y 2002—, al tiempo que las tres derrotas en finales (Edmonton 1981, Barcelona 1997 y Sydney 1999) son de las más dolorosas en el recuerdo de nuestra afición.
Nombres como el de Pedro Medina, líder de bateo en 1979 y autor de unos de los jonrones más espectaculares del béisbol revolucionario en la final de 1981 frente a Estados Unidos; Alejo O´Reilly, héroe ofensivo en la edición de 1987; y Pedro José Rodríguez, monarca en jonrones (7) e impulsadas (18) en la primera participación de la Isla, son protagonistas de lujo en cualquier recuento de estas Copas.
Mucho más reciente, el antesalista Michel Enríquez estremeció al estadio Latinoamericano en el 2002 con su average de 526, en tanto el jardinero Yoandri Urgellés marcó con triple de leyenda —estaban las bases llenas en el onceno capítulo frente a Holanda— el último triunfo de Cuba hace cuatro años, válido para ser elegido el más valioso del torneo.

La diferencia estará
Para el adiós de estas lides han sido convocadas diez selecciones, las cuales competirán en dos grupos, con un sistema muy parecido al utilizado en el concluido premundial de Puerto Rico, pero sin semifinal cruzada. Es decir, clasificarán los tres primeros de cada zona para la segunda ronda —se arrastran los resultados—, en la cual enfrentarán al trío puntero del otro apartado. Los dos con mejor rendimiento tras esos siete partidos discutirán la corona, mientras tercero y cuarto pelearán por el bronce.
Sin dudas, la mayor diferencia del certamen debe radicar en el pitcheo asiático, con el cual Cuba viene teniendo asignaturas pendientes desde hace varios años. Más allá de la derrota sufrida en la propia Copa del 2006 frente a Taipei de China (4-3) en la ronda clasificatoria, un dato es elocuente. Desde 1999 hasta la fecha, de las 24 derrotas internacionales de nuestro elenco, la tercera parte de ellas son contra conjuntos de los “ojos rasgados”, y de estas cinco versus Japón y dos ante Sudcorea.
No deberá subestimarse la calidad de Holanda y la desconocida y debutante formación de Hong Kong, pues los primeros nos han ganado en par de oportunidades del 2000 a la fecha, en tanto el juego de los segundos apunta a ser muy similar a los taipeianos. República Checa y Tailandia serán, sin discusión, los más débiles del torneo, con el calendario más exigente para Cuba, pues tras el debut frente a los checos, descansará en la siguiente jornada y luego celebrará siete desafíos consecutivos en pos del título.
Nuestro equipo solo tiene una misión precisa: retener una de las coronas que aún nos pertenece en el béisbol internacional. Para ello, las penosas huellas ofensivas dejadas en las últimas presentaciones deberán quedar resueltas. De una vez y por todas tenemos que lograr un equipo armónico e integral, que no solo apueste al batazo, sino al juego movido, agresivo, tal y como se impone hoy a nivel mundial.
En Taichung esperamos decir adiós a las Copas Intercontinentales con un triunfo que convenza y devuelva los sueños de victorias a nuestro pueblo. Ese, quizás, es el mayor y único reto.
GRUPO A: Cuba, Sudcorea, Hong Kong, República Checa y Taipei de China
GRUPO B: Japón, Holanda, Italia, Nicaragua y Tailandia

TABLAS
Equipo Año Sede Oro Plata Bronce
I 8 1973 Italia JAP PUR EE.UU.
II 8 1975 Canadá EE.UU. JAP NIC
III 9 1977 Nicaragua KOR EE.UU. JAP
IV 6 1979 Cuba CUB JAP EE.UU.
V 8 1981 Canadá EE.UU CUB DOM
VI 7 1983 Bélgica CUB EE.UU. TPE
VII 8 1985 Canadá CUB KOR JAP
VIII 10 1987 Cuba CUB EE.UU. JAP
IX 7 1989 P. Rico CUB JAP PUR
X 10 1991 España CUB JAP NIC
XI 10 1993 Italia CUB EE.UU. JPN
XII 12 1995 Cuba CUB JAP NIC
XIII 8 1997 España JAP CUB AUS
XIV 8 1999 Australia AUS CUB JAP
XV 12 2002 Cuba CUB KOR DOM
XVI 8 2006 T. de China CUB HOL TPE

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