06 julio, 2010

Holanda finalista, para Uruguay aplausos


Hasta el último segundo nos mantuvo en vilo la primera semifinal de esta Copa Mundial de fútbol, pues Uruguay no se rindió ante Holanda, en un partido que debe clasificar entre los más emotivos de esta edición, por la garra charrúa y la notable definición de los goleadores europeos que sellaron la victoria final 3-2.
La llamada “Naranja Mecánica” marcó primero, con total autoridad y fuerza, gracias a un golazo del lateral izquierdo y capitán de la selección, Giovanni van Bronckhorst, quien remató cruzado desde casi 30 metros de la portería para clavar el balón en un ángulo alto de la portería. Transcurría apenas el minuto 18 y el tiempo reservaba más de una sorpresa.
Y como si se hubiera propuesto pagarle con la misma moneda, el uruguayo de más clase y nivel de cuantos pisan este mundial, Diego Forlán, firmó el empate cuando restaban cuatro minutos para el descanso reglamentario, con otro disparo desde fuera del área, que enloqueció a miles de sus seguidores en el estadio, en toda América, y en especial, en Uruguay querida.
En la segunda y decisiva segunda mitad, el encuentro se emparejó en lo que a posesión de la esférica se refiere, pero el mediocampista holandés Wesley Sneijder siguió su fiesta goleadora y anotó su quinta diana del torneo, en una jugada que pasó entre las piernas de su compañero de equipo Robin van Persie y dejó sin oportunidad al portero Muslera.
De momento, los charrúas se desarticularon y sin apenas recuperarse del golpe, Holanda marcó el gol de la sentencia, obra de Arjen Robben, quien casi no se había visto en el pleito, pero apareció para empapar y mandar a su selección a la tercera final en estas Copas del Mundo.
Antes del pitazo final, los uruguayos estuvieron a punto de hacer lo imposible, pero el reloj no le alcanzó, pues el segundo gol llegó en el tiempo de descuento (92), cuando Maxi Pereira cabeceó una pelota delante de la puerta naranja.
De esta manera, Holanda, único elenco que ha ganado sus seis partidos en este torneo y lleva 25 encuentros internacional sin perder, enfrentará en la final al vencedor del choque del miércoles entre España y Alemania.
Será esta su tercera discusión de un título del orbe. En las dos previas perdió contra Alemania, en 1974, y Argentina, en 1978.

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