23 julio, 2009

Brasil nos rebajó el oxígeno en la Liga Mundial


La selección brasileña dominó a su similar cubana 3-1 (25-18, 23-25, 25-17 y 25-19) en la segunda jornada de la gran final de la XX Liga Mundial de voleibol, que se disputó en la Arena de Belgrado, Serbia, aunque el resultado no compromete la posible clasificación antillana para las semifinales del torneo.
El juego tuvo un alto ritmo desde sus inicios, pero una vez más la experiencia de los sudamericanos se hizo sentir en los momentos decisivos e impidió una de las aspiraciones del equipo tricolor que era ganar al menos dos sets y asegurar con ello el boleto para el cruce de las medallas.
Los primeros minutos de Cuba en la cancha fueron muy buenos, basados nuevamente en el poderoso ataque de Wilfredo León y Michael Sánchez, sin embargo, tras el primer tiempo técnico, los sudamericanos lograron desconcentrar a los nuestros con siete puntos seguidos, que a la postre definieron el parcial, a pesar de la recuperación experimentada en las últimas acciones.
Con un repunte de leyenda los antillanos se llevaron el importante segundo set. Mucho influyó el cambio del pasador (Yoandry Díaz entró por Raidel Hierrezuelo) y un mejor trabajo del bloqueo con la incorporación de Odelvis Dominico, en tanto la defensa de campo brilló por momentos y Yoandy Leal (fue el mejor a la ofensiva con 13 puntos) alcanzó la efectividad ofensiva que nos tiene acostumbrado.
Ni cortos ni perezosos, los multimonarcas de Liga entraron con todo en la tercera manga, en la que se valieron de un excelente servicio —marcaron seis puntos, tres de ellos para definir la pizarra— y un bloqueo alto e inteligente, en tanto los errores cubanos se sucedieron uno tras otro, que llevó incluso al reemplazo de León y Sánchez, por Henry Bell y Rolando Cepeda, respectivamente.
El final del cotejo devino entonces en el cuarto set , copia fiel de lo sucedido en el anterior, pues otra vez Thiago Alves —sustituto del gran Giba— se apuntó tres tantos consecutivos con su veloz saque tras una reacción cubana que había colocado la pizarra a un punto de la igualada 18-19. La victoria de los cariocas sobrevino segundos más tarde.
Más allá de la buena actuación de los brasileños, liderados por Murilo Endres y Leandro Vissotto, ambos con 17 cartones, los nuestros se vieron inferiores con respeto a sus rivales en dos de sus armas principales, pues bloquearon con éxito en 10 ocasiones por 13 sus adversarios, aunque la diferencia mayor estuvo en el servicio, con el que apenas pudimos marcar 4 aces, en tanto los auriverdes reportaron 12.
La escena quedó lista ahora para el desafío Argentina-Brasil en el cierre del Grupo F. La única opción para que Cuba quede fuera de la discusión de las preseas desde el sábado es una sorpresiva y aplastante victoria de los gauchos sobre los multicampeones, algo que ni el más arriesgado especialista se atreve a pronosticar.
La demostración de Cuba este jueves, sin ser la que nos tiene acostumbrado en esta Liga, enseñó que es posible aspirar a más siempre y cuando los errores mentales no entorpezcan lo mejor que sabemos hacer: atacar. Tiempo al tiempo, nuestra selección aún puede regalarnos más noticias.

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