12 septiembre, 2007
A bailar samba dentro del tatami
El judo cubano nunca ha creado falsas expectativas. Sus resultados mundiales y olímpicos son la prueba creciente de que podemos hablar de una escuela nacional, capaz de ganarle el título a Japón —las mujeres lo hicieron a nivel universal en 1995 y 2005 y olímpico en el 2000—, creador de este arte marcial.
El reto más próximo será el XXV campeonato mundial, a ritmo de samba, en el mismo escenario que hace poco más de un mes vio coronarnos campeones panamericanos: Río de Janeiro. Los boletos olímpicos para los cinco primeros en cada división disparó la cifra de participantes —casi 300 féminas y 450 hombres—, mientras los organizadores anunciaron que van por su mejor actuación histórica.
COMIENZA LA FIESTA
De las ocho integrantes de la selección femenina, cuatro ostentan el título del orbe y serán las principales cartas de triunfo: Yanet Bermoy (48 kg), Yurisleidis Lupetey (57 kg), Yurisel Laborde (78 kg) y Driulis González (63 kg). Esta última archiva dos cetros (1995 y 1999), e irá por su séptima presea (2-2-2) en igual cantidad de apariciones. Ninguna de las inscriptas se acerca al palmarés de la mejor judoca del siglo XX en América.
Yalennis Castillo (70 kg) regresa a estas citas con el compromiso de mejorar el desempeño del 2005 —quedó eliminada en el segundo combate— y lograr el cupo para Beijing. Sheila Espinosa (52 kg) le ha ganado a las mejores del planeta y pudiera ratificarlo ahora con una presea; mientras Ivis Dueñas (+78 kg) e Idalis Bocourt (libre) tienen el reto de continuar la senda de triunfos tejida por las doradas Estela Rodríguez y Daima Beltrán.
Brasileñas, japonesas y francesas intentarán cortar el paso a las nuestras en el camino por retener su corona universal, pero nada más certero para esa rivalidad que la preparación física y la voluntad de victoria, que en más de una ocasión ha demostrado la tropa dirigida por el profesor Ronaldo Veitía. No debemos esperar grandes sorpresas entre las medallistas, pero sí reñidos combates y alguna que otra parcialidad arbitral favorable a las anfitrionas.
HOMBRES LUCEN MEJOR
Con una de las mejores preparaciones de los últimos años, el equipo varonil enfrentará el torneo mundial con el objetivo de asegurar al menos cuatro hombres para los Juegos Olímpicos. Yordanis Arencibia (66 kg), Oscar Cárdenas (80 kg), Oreidis Despaigne (100 kg) y Oscar Braison (+100 kg) parecen ser los candidatos de mayor fuerza, sin descartar al resto.
En el caso de Arencibia —único judoca con tres medallas a ese nivel, bronce en 1999, 2001 y 2003—, su envidiable técnica y el abultado palmarés competitivo favorecen sus aspiraciones; mientras los titulares continentales, Despaigne y Braison, están listos para conseguir las faenas más sobresalientes de su carrera deportiva.
Desde el primer oro de Estela Rodríguez en 1989 —Héctor Rodríguez obtuvo bronce en 1973— Cuba sólo ha regresado de los campeonatos mundiales sin un campeón, en 1991. En total son trece monarcas —sólo un hombre Manolo Poulot, en 1999—, quienes inspiran ahora a la comitiva de la Isla, que esta semana bailará samba, y de la buena, dentro de un tatami.
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