Frescos y orondos, pero muy comprometidos terminaron los remeros cubanos su actuación en los XV Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, donde se coronaron campeones por segunda ocasión consecutiva. El próximo reto llegará dentro de apenas una semana, cuando en Munich comiencen las regatas del XXVI campeonato mundial de la disciplina.
En el mismo escenario donde se celebraron las competencias de este deporte en los Juegos Olímpicos de 1972, cinco tripulaciones antillanas intentarán el más grande reto de los últimos tiempos: alcanzar una medalla a este nivel y clasificar a todos sus botes para la cita estival de Beijing 2008.
Las clasificaciones serán en dependencia de las modalidades, aunque el número mágico para la mayoría serán 11, sobre todo en el masculino, rama en la cual todos los finalistas más los cinco primeros de la final B tendrán asegurados sus pasaportes para la cita estival. Entre las féminas los cupos oscilan entre 5 y 8, lo cual hará más férrea la disputa.
¿Qué podemos esperar de nuestras embarcaciones? Vayamos por parte. Las monarcas panamericanas, Ismaray Marreno-Yaima Velásquez en el doble par —no es olímpico el single de este peso, donde Ismaray fue campeona de la Copa del Mundo de Linz este 2007— han enseñado progresión, acople y talento suficiente para incluirse entre las ocho primeras y así asegurar el pasaporte a China.
La otra representante femenina, la veterana Mayra González, tendrá que superar su rendimiento histórico —fue séptima en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000— para incluirse entre las 9 primeras que ganarán el cupo. Su dorada en Río de Janeiro abrió nuevas esperanzas, aunque su especialidad en el planeta es una de más concurridas y de mayor calidad.
Para los hombres el camino se antoja más accesible, que no quiere decir fácil. El doble scull de Yoennis Hernández y Janier Concepción, campeones panamericanos este 2007, reúne potencialidades para figurar en cualquiera de las dos finales, tarea que no parece igual para el cuatro par pesado al que se sumarán Ángel Fourinier y Yuileski Cascaret.
Unos que “no mojan, pero empapan”, son los integrantes de la dupla ligera Eyder Batista-Junior Pérez, oros en la justa brasileña y que han tenido un resultado intermitente en Copas del mundo. Si administran bien sus fuerzas para una semifinal decisiva, se podrán sentir satisfechos y con su misión cumplida.
A pesar de los excelentes resultados en Río y el ambiente de triunfo que se respira en este colectivo, una medalla a este nivel es sinónimo de palabras mayores. El doble ligero femenino y el binomio pesado masculino son candidatos a finales A, en las cuales pocas sorpresas ocurren. El resto debe tener su mirada puesta en la clasificación olímpica.
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