Radio Reloj anunció la hora en punto. 10 de la mañana. Y simultáneamente todo el país se convirtió en una gran serpentina de andarines, quienes corrieron en plazas, municipios, pueblos y ciudades en la XIII edición de Maracuba, un evento a favor de la salud, el deporte y la recreación sana.
Según las cifras preliminares ofrecidas por los organizadores del proyecto Maracuba-Marabana, hasta el mediodía de este 19 de noviembre se habían reportado más de 5 500 carreras en toda la Isla, todas dedicadas al Día de la Cultura Física y el Deporte, al natalicio del genial ajedrecista José Raúl Capablanca y a los Cinco héroes cubanos, injustamente retenidos en Estados Unidos.
Pero la expresión de una justa como esta pudo comprobarse una vez más en el Capitolio habanero, sede principal por excelencia de estas citas. Hasta allí llegaron más de 10 mil corredores, o mejor, niños, adolescentes, mujeres, discapacitados, abuelos, deportistas, profesores, militares, amigos de otros países, glorias deportivas y un largo etcétera.
En la antesala de lo que será la XXV edición del Marabana este 20 de noviembre, muchos corredores calentaron las piernas y hasta ganaron. La singularidad de este maratón de 4 kilómetros es que saludó el aniversario 492 de la fundación de San Cristóbal de La Habana, una ciudad histórica, pero fiel igualmente al ejercicio físico, al deporte para todos.
En la premiación no faltaron sorpresas y premios para todos los ganadores. De manos de Alberto Juantorena, bicampeón olímpico, y Enrique Figuerola, primer medallista olímpico después de 1959, recibieron diplomas, trofeos y souvenirs deportivos, en tanto no faltaron las fotos y las anécdotas sobre los minutos intensos del recorrido por las principales arterias habaneras.
Una de las campeonas repitentes, Raquel Martínez, de Artemisa, comentó que esta tipo de competencia es su plato fuerte dentro del atletismo. “Fui campeona nacional de marcha y ahora participo regularmente. Mañana estaré en el Marabana por cuarta ocasión y espero llegar al primer lugar, pues he picado cerca con cuarto, tercero y segundo”.
Minutos más tarde pudimos verla abrazada a su hija de 13 años, quien también corrió junto a sus amigas de escuela, pero no pudo acceder a las tres primeras posiciones, aunque celebraba como si así fuera por el solo hecho de haberse estrenado en estas lides de los andarines cubanos.
Radio Reloj volvió entonces a anunciar la hora en punto. Doce del mediodía. Las miles de personas caminaban de regreso a sus hogares con el cansancio lógico del deporte, pero llenos de salud y vida. Aún queda el cumpleaños 25 de Marabana. Otra crónica pudiera salir y quizás hasta un periodista pueda correr dentro de los más de 2 mil corredores inscritos.
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