A menos de diez días del inicio de la 51 Serie Nacional de béisbol varios temas pululan en las peñas deportivas del país, sobre todo después del segundo lugar en la Copa Mundial y el bronce de los Juegos Panamericanos de nuestra selección de mayores.
Aún con la insatisfacción de muchos por los 17 equipos que tomarán la arrancada el próximo 27 de noviembre (al decidirse la inclusión de Mayabeque y la permanencia de Metropolitanos), de lo más cuestionado sigue siendo un posible cambio de estructura para la serie 2012-2013, pues en esta se aplicará lo conocido por todos, aunque con seis juegos más para cada conjunto.
Casi terminada la confección de los equipos en cada provincia, salta a la vista una buena inyección de sangre joven en los equipos, un pitcheo de contadas figuras claves para dominar la ofensiva arrolladora, así como ocho mánagers debutantes y otros tres que retornan.
Llama la atención igualmente la continuidad de algunos peloteros que habían anunciado su retiro (Rolando Meriño, Reutilio Hurtado), en tanto ya anunció el titular de la Federación Cubana de Béisbol, Higinio Vélez, que se jugará esta temporada con la pelota Mizuno 200 y no 150, en función de equilibrar un poco la relación clásica entre bateadores y lanzadores, pues la nueva bola es menos viva que la anterior.
Lo cierto de todo es que cuando el último domingo de noviembre comience la pasión beisbolera con el partido Pinar del Río-Ciego de Ávila (campeón y subtitular de la serie 2010-2011), muchas interrogantes volverán a abrirse y nadie se atreve a dar claros favoritos a la corona más ansiada en el deporte cubano.
A pesar de que hay quienes gustan del riesgo de los pronósticos, la venidera campaña no enseña, en las nóminas frías de cada selección, un camino muy certero para lanzarse a vaticinar, pues ni siquiera los monarcas vigentes pinareños salen con esa etiqueta de “equipo a derrotar”, por muy bueno que pueda resultar ahora Juan Castro como director de “última hora”.
Ciego de Ávila, Cienfuegos y Granma, semifinalistas de la pasada campaña, tampoco corren igual suerte, aunque los dos primeros tienen formaciones para discutir el cetro si se lo proponen, incluso con mayor madurez competitiva.
Habrá que ver cómo responden Industriales y Matanzas a las nuevas direcciones de Lázaro Vargas y Víctor Mesa, respectivamente, al tiempo que tres poderosos históricos: Villa Clara, Sancti Spíritus y Santiago de Cuba tienen centradas esperanzas también con mentores de estrenos.
Nadie querrá vivir en el frío sótano de la serie, pero Metropolitanos, Mayabeque, Camagüey, Isla de la Juventud y Holguín siguen siendo los más débiles en el papel y los 96 juegos se encargarán de confirmar o desmentir esa tesis.
Por el momento no más especulaciones, la Serie está por comenzar. ¡Qué viva la pasión!
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