01 noviembre, 2009

Yoenis Céspedes, pelotero de Granma y de Cuba


Decían que no hablaba, pero esa tarde borró ese estigma con más de una hora de charla con la prensa. Yoenis Céspedes empuñó como segundo al bate, tras una extensa conversación con su madre, la otrora estela lanzadora de sóftbol Estela Milanés, a quien le debe todo lo que es hoy en el béisbol de su provincia y de Cuba.
Una firme convicción sorprendió de manera agradable el ambiente: “pienso romper el récord de jonrones de Despaigne esta serie”. Sin embargo, rápidamente reconoció que lo más importante para la temporada 2009-2010 no está en el orden personal, sino en lo que pueda aportar para que su equipo Granma clasifique para los play off.
Céspedes prefiere calcular muy bien cada lanzamiento, de ahí que le propusimos entonces un duelo preguntas-bateador, en el que la afición pudiera conocerlo mejor.
“El principal ejemplo que yo tengo es mi madre, que se pasó 17 años en el equipo nacional de sóftbol, se cansó de viajar y nunca dejó de atenderme, de educarme, ni pensó en abandonar el país. Por eso mi familia es lo más importante”, comenzó el diálogo en la sala de su casa, en el municipio granmense de Campechuela.
Primer lanzamiento: ¿cómo fueron esos inicios en el béisbol con una madre softbolista?
“Ella siempre cuenta que a los tres años ya jugaba pelota, pero mi recuerdo más cercano es cuando me llevó a la EIDE de Granma. Una vez matriculado, ella empezó a llorar y me dijo que virara para la casa. Entonces le dije: no, vete tú sola porque yo me quedo.
“Lo que me gustaba jugar era torpedero, pero solo lo hice en el primer año de la categoría 15-16 hasta el primer año juvenil. En lo adelante, Ángel Ortega, director del equipo Granma de este año, me cambió de posición: “usted es jardinero central”, dijo. Y hasta hoy”.
Strike cantado: ¿por qué afirmas que no eres un jonronero?
“Siempre pensé que podía llegar a ser un gran pelotero desde los juveniles, pero de ahí a ser jonronero hay un buen trecho. No lo encuentro así. Conecto jonrones cuando entro en racha. Fíjate que di el primero de mi carrera deportiva en el último año de la categoría juvenil, sin embargo, veo que ahora muchachos con 13-14 años dan jonrones, como algo normal, en los estadios de la categoría mayores.
“Hay una anécdota de esa época que cuento a cada rato. Cuando llegué a la preselección nacional juvenil, en el estadio Victoria de Girón, le dije el primer día al catcher de Holguín, Selme Angulo: antes de irme de aquí tengo que dar un jonrón por arriba del techo. Empezaron los entrenamientos y los juegos, pero nada. Y en el último, que me pusieron como cambio por uno al que solo le quedaba un turno al bate, la saqué como había pronosticado.”


Bola afuera: ¿qué le falta al equipo de Granma para lograr un gran resultado?
“Disciplina. Algunos dicen que lo que tiene el nuevo manager ahora es una escuela militar, pero esa es una de las cosas fundamentales por las que no llegábamos más lejos. Porque había peloteros que prácticamente hacían lo que les daba la gana. Si no lo ponían a jugar se molestaban y cuando lo ponían lo tiraban todo a lo que fuera. El mismo Ciro Silvino se molestaba cuando había un error y la tiraba por el medio, pero es que nadie quiere hacer errores, nadie quiere poncharse…”.
Bola adentro: ¿cuál debe ser tu papel en el equipo para la venidera serie?
“Dos años atrás, el rendimiento mío no fue el adecuado, pero pienso este año rendir mucho para el equipo y tener una buena serie. Despaigne, Ciro, Marcos Naranjo y yo, entre otros, llevamos un poco más de años en el colectivo y tenemos que llevar la voz cantante y halar a los demás compañeros. Nosotros tenemos que ser ejemplos en todo, porque lo que hagamos los demás muchachos van a querer hacerlo. Y debemos, sobre todo, ser disciplinado”.
Strike tirándole: ¿qué torneo consideras como el mejor en tu carrera deportiva?
“Estuve bastante satisfecho con mi actuación en el II Clásico por el nivel que tenía, pero hubo un torneo que tuve mejores resultados: el de Rótterdam, en el 2006. Allí discutí el campeón de bateo hasta el último día, solo perdí con un holandés que compiló 517. Implanté récord en extrabase. Ese año me sentía mejor que en el Clásico.
"A lo mejor es idea mía, pero en los dos eventos internacionales que más he rendido estuvo Antonio Pacheco, uno dirigiendo y en el otro, el Clásico, estaba en el Club House. Cada vez que iba a batear me llamaba y decía como tenia que batearle a cada pitcher. Incluso en los entrenamientos estuvo trabajando conmigo muy fuerte en detalles técnicos”.
Bola alta: ¿cómo describes el costoso error que cometiste en el II Clásico?
“Mucha gente dice que la neblina, pero eso no tuvo nada que ver. Pestano nos había mandado a correr hacia delante a los jardineros y cuando salió el batazo, por la altura que llevaba, pensé que no le iba a llegar. Salí corriendo, bajé la cabeza y cuando miré la pelota ya estaba arriba de mi y no me dio tiempo estirar la mano. Incluso Cepeda me dijo que él pensaba que no le iba a llegar a esa bola.
“Hubiese querido que en ese momento la tierra me tragara. Cepeda fue quien más ánimo dio: “no te preocupes, eso le pasa a cualquiera, levanta, todavía queda juego. Tienes que batear”.
“Fui para el Club House y refresqué un poco. Cuando me tocó batear luché la base por bola, que fue la primera del juego y después miré bien al pitcher porque le tenia que dar tan siquiera un hit. Vi que estaba tirando mucho rompimiento y cuando me tocó de nuevo no le tiré al primer lanzamiento que fue recta. Luego tiró el rompimiento y le conecté triple. Aunque no me compensó, eso alivió bastante el error”.
Séptimo lanzamiento, foul: ¿crisis la pelota cubana o simplemente un periodo de tránsito?
“No está en crisis, sino que los otros países se están preparando mejor que nosotros, porque todo el mundo sabe que ellos tienen mejores recursos.
Además, estamos acostumbrados a una velocidad promedio entre 85 y 86 millas y cuando nos encontramos a un pitcher de 90 millas se nos hace muy difícil batear.
“Hay varios peloteros que han planteado topar más con esos equipos de nivel y la Comisión Nacional dice que no porque nos van a estudiar. Es cierto, pero nosotros también lo podemos hacer y cuando lleguemos a la competencia podemos enfrentarnos a un equipo que ya conocemos”.
Otro envío, otro foul: ¿eres partidario de una Serie Selectiva en nuestro béisbol?
“Ahí se concentra más la calidad. No estuve en ninguna, pero sería bueno, aunque los peloteros lleguen más cansados al equipo Cuba. Lo que se hizo antes del mundial (18 juegos entre la preselección) empieza bien, pero no termina bien, porque no es lo mismo jugar con otros equipos que hacerlo todos los días con la misma gente.
“Además el amigo de aquel no le tira pegado por tal no de darle un golpe, el catcher le avisa al de su provincia y así no vale la pena porque al final no logramos nada. Hay que topar con equipos de nivel, como el año pasado con Korea, que nos pueden dar un resultado mejor”.
Último lanzamiento: le tira y conecta un batazo…¿Algún sueño especial en el futuro inmediato?
“Pienso romper el récord de jonrones esta serie nacional, a pesar de que no me considero como tal. Si el de Alexei Bell duró un año, el de mi hermano Despaigne puede durar ese mismo tiempo también.
Pero la meta principal en lo adelante es mantenerme en el equipo Cuba y llegar a ser el tercer bate. Hay muchos entrenadores que me han dicho que tengo todas las condiciones para serlo. Quiero encontrar eso que me falta y lograrlo”.

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