02 febrero, 2009

Entre ruedas, historia y pedales


Y si febrero es el mes del amor, los ciclistas no estamos lejos de ser los más fieles enamorados, sobre todo si se trata de bicicletas, de la Vuelta Ciclística y de Cuba. Desde 1964 —con la excepción de 1974 y los años que recesó el giro (1991-1999)— este segundo mes se ha convertido en el más feliz para quienes pedaleamos en uno de los eventos emblemáticos del deporte nacional.
La cercanía de la próxima edición (del 10 al 22), las últimas noticias sobre el programa oficial y las interrogantes de varios amigos —algunos insisten en conocerme personalmente— han motivado que recuerdos, informaciones y anécdotas vuelvan a estas páginas, aunque ahora mismo ando en la preparación física y en los últimos detalles para reportar la lid, en mi condición singular de periodista-ciclista y viceversa.

Solidaridad y Alcántara
Todos los nuevos que llegan a nuestra caravana de corceles metálicos debieran, antes del primer pedalazo, tocar con ejemplos la historia laudativa de estas justas. Precisamente este 2009 se cumplen 40 años de la Vuelta de la Solidaridad, nombre que le diera para la inmortalidad el otrora presidente del INDER, José Llanusa, en una crónica inolvidable.
Luego del retraso del vuelo Madrid-La Habana que traía al equipo de Argelia a la sexta versión, la única opción que permitían los reglamentos para la incorporación del colectivo a la carrera —que iba por su quinta etapa— era un acuerdo generalizado de los competidores para renunciar a sus tiempos y comenzar desde el principio. Y encabezados por Sergio Martínez, Pipián, líder hasta ese tramo, todos lo hicimos en solidaridad con el hermano pueblo argelino.
Otro hecho estremecedor que este año será imposible de olvidar —a tres décadas exactas— es la muerte del entrenador azteca Agustín Alcántara, ocurrida el 25 de febrero de 1979. ¡Qué caprichosas las gomas del jeep! ¡Qué luz cegadora aquella voltereta en el bordillo de la carretera! ¡Qué sufrimiento el de los condiscípulos mexicanos, el de su amigo Pipián —negado a que fuera cierto hasta que no le vio—, y el de la Vuelta entera! ¡Qué pago más terrible a los 32 años! ¡Qué luto más difícil de llevar en medio de una caravana que reparte tanta felicidad a la gente! ¡Qué caprichosas las gomas del jeep! ¡Ellas debieron morir, Alcántara, no!

Nombres imprescindibles, uno especial
Más allá de los campeones que siempre menciono merecidamente, hay rostros y nombres que escribieron páginas de heroísmo con sus piernas y deben seguir siendo ejemplos para la nueva tropa de 120 ciclistas que tomaremos la arrancada el próximo martes 10. León Antonio Herr, Manuel Sánchez, Orestes Pérez, Antonio Quintero, Eliécer Valdés, entre otros grandes amigos, son los primeros —entre cientos— que me vienen ahora a la mente.
Sin embargo, no puedo dejar de rendir tributo al hombre-corazón que entronizó el ciclismo en el alma de todos los cubanos desde el primer día, aquel 11 de febrero de 1964: Pipián, de cuya partida definitiva —víctima de un accidente automovilístico—, se cumplirán 30 años el próximo mes de octubre.
Hay que escribir y reventar el tiempo con las razones y pasiones que lo convirtieron en el Rey de las carreteras cubanas durante los años sesenta del pasado siglo; en El Guajiro del caballo de acero más venerado en Madruga; en el mítico Pipián que honró como nunca antes en la eternidad a su pueblo natal con ese nombre, y a toda Cuba con su coraje y amor por el deporte.

Algunos números para pensar
Para los amigos que me han pedido datos históricos, entre papeles y vivencias, quiero hacerles notar que 225 ciclistas han ganado al menos una etapa de las 447 disputadas desde que la bujía organizativa de la Vuelta, Reinaldo Paseiro, para los más familiares, El Gallego, bajara la bandera de cuadros hace 45 años.
Casi todos lo que conozco no bastan de pedirme: “Piki, publica esas estadísticas”. Y hoy los complazco con los máximos ganadores de segmentos —se incluyen semietapas—, donde lo más llamativo sigue siendo el récord de Pipián, gracias en buena medida a las nueve coronas conquistadas en 1966, algo fabuloso y que jamás ha podido ser imitado. ¡Inmenso, fuera de serie!
Un detalle más para quienes gustan de pronósticos y vaticinios. Desde hace cuatro ediciones, los ciclistas foráneos obtienen más victorias parciales que nosotros, los cubanos, en nuestro clásico del pedal. El pasado 2008, el club Perutnina de Eslovenia se impuso seis veces, tres de ellas en los últimos tramos, por tanto, desde la victoria del multicampeón Pedro Pablo Pérez en Santa Clara, no se vitorea un triunfo local por nuestros seguidores.

El presente: un nuevo campeón
Sin apagarse aún los ecos del último Congreso Panamericano de Ciclismo, celebrado el 10 de enero en La Habana, —al cual fui invitado por mi doble función de ciclista-periodista—, la Vuelta se abrió orgullosa para todos los países del continente, de los que han confirmado hasta la fecha Canadá, México y Venezuela, en tanto Alemania e Italia por Europa parecen ser nuevamente animadores de excelencia.
Pero nada será más esperado —incluso por mi, a pesar de que no gano ya ni siquiera una meta volante— que el propio sistema táctico de la carrera, pues de ella emergerá un nuevo campeón, pues ninguno de los últimos cinco monarcas (del 2000 al 2008) estarán presentes. Les recomiendo que tomen en serio esta observación: puede ser una de las Vueltas más disputadas y reñidas de esta década.
Arnold Alcolea, Raúl Granjel, Yenier López y Yasmani Martínez, a quienes he visto crecer a golpe de resultados, esfuerzo, disciplina, constancia y dedicación, tienen todas las condiciones para empinarse en el trono, siempre y cuando respeten las decisiones colectivas y sean agradecidos con la ayuda de su sexteta. La Vuelta es imposible ganarla solo. Consejos y experiencias de mi parte no le faltarán a ninguno.
Tampoco descarto que algún ciclista visitante se embulle y ofrezca una rivalidad encendida como antaño (años 70 y 80 del siglo pasado) hicieron polacos, soviéticos y alemanes; y más recientemente italianos, holandeses, venezolanos y eslovenos. Ganar en Cuba significaría puntos para el ranking y una credencial importante para futuras invitaciones a certámenes en todo el orbe, si no que le pregunten a Fillippo Pozzato, Todd Herriot y Svein Tuft, por solo citar los últimos invitados que han regresado a casa con la camiseta de líder.
“¿Piki, pero cuándo vas a ganar algo tú?”, preguntan con insistencia los que me conocen en estas casi cinco décadas de intenso pedaleo. Les prometo que en Baracoa, este 10 de febrero, les responderé la interrogante, cuando las sirenas suenen, los niños agiten sus pañoletas y otra vez todo un pueblo despida a la Vuelta, con la felicidad de estar siendo ellos mismos protagonistas de un evento que ha dejado mucho tiempo de ser deportivo para entrar en la cultura de nuestro pueblo.

2 comentarios:

Alvaro Sotomayor dijo...

Joel, recibe saludos desde Sucre. Espero que estés con buena salud junto a tu familia. Te cuento que retomé la actualización de mi blog, pueder verlo: www.boliviadeportes.blogspot.com
Quiero hacerte una consulta, no pude encontrar la forma de incluir en mi barra derecha, por ejemplo, tabla de posiciones o archivos PDF, que permita al lector ver directamente o hacer click e ingresar para ver. Puedes ayudarme, por favor, te lo agradeceré mucho. Gracias. Suerte.

mario dijo...

saludos dsd yucatan mexico.
muy interesante lo de la vuelta ciclista de cuba.
sabes si editaron camisetas o gorras conmemorativas?
consigue mas fotos . saludos zona.maya@hotmail.com