29 septiembre, 2008

Taekwondo: Entre pillos anda el juego


Todo comenzó el pasado 8 de septiembre, cuando el presidente de la Federación Mexicana de Taekwondo, Roberto Beltrán Ramonetti, concedió una entrevista al diario La Afición, en esa nación. Apenas habían transcurrido 15 días de la clausura de los XXIX Juegos Olímpicos y con sus palabras desató el primer escándalo tras la cita de Beijing.
Desde entonces, no han sido pocos los acontecimientos que se vienen hilvanando, como el hilo de una madeja, para valorar cuánto aconteció e influyó “el trabajo en equipo” —así tituló el periódico— de la entidad que dirige Ramonetti para que el mexicano Guillermo Pérez (58 kg) ganara el título frente al dominicano Yulis Gabriel Mercedes.
El revuelo desencadenó la interpretación y opinión de deportistas, entrenadores, federativos y hasta la prensa especializada de casi todos los países del orbe, preocupados desde hace un tiempo por una posible salida del programa olímpico de la disciplina, dado el nivel de corrupción y pudiéramos decir “mafia”, que ha imperado en el arbitraje y funcionarios de la misma desde su propia fundación como Federación Mundial en 1973.
Hay que tener cara…
Las declaraciones de Ramonetti que destaparon la caja de Pandora buscaban un reconocimiento que le había sido esquivo en todos los ámbitos, incluido el de la remuneración monetaria, desde el retorno a su país. Sin embargo, casi todos los “salpicados” con sus revelaciones no han podido desmentirlas, solo le han pedido que no hable más.
“Nosotros le planteamos a la CONADE (Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte) un proyecto en el cual iríamos a buscar el campeonato mundial juvenil para México, y al mismo tiempo en ese proceso invitaríamos a cenar a presidentes de Federación y a réferis internacionales para así crear el entorno adecuado para nuestro país en los Juegos Olímpicos”, contó el titular a La Afición.
Inmediatamente detalló que con el presupuesto aprobado —un millón de pesos— se hizo una cena para 30 federativos y jueces en Nueva Orleans, otra en Beijing para 66, una más en Roma para 65 y como para rematar también los invitaron a comer en Turquía. “En China fueron 15 réferis internacionales y dos de ellos estuvieron como jueces de esquina en la pelea final de Guillermo”, puntualizó.
La desfachatez final llegó sin ambages: “Me dijo Carlos Hermosillo —titular de CONADE— que con el empate en la pelea final de Memo (se refiere e Guillermo) ante el dominicano, él le mencionó a su hijo “vamos a ver si funcionó” y así fue. En un combate cerrado ese tipo de labor puede ser la diferencia entre una plata y un oro. Entonces todo es una suma de ingredientes a través de las relaciones internacionales, de estar en todos los eventos y de que tengas acto de presencia”, concluyó.
Reacción y reclamación
El primero que salió a pedir explicaciones y solicitar que se retractara de las declaraciones hechas fue el entrenador del campeón olímpico, José Luis Onofre. “Tenemos la madurez para dialogar, hay un equipo de trabajo al que se le tiene la confianza, y en lo que respecta a mí, lo que tengo que hacer es no involucrarme en política porque eso no nos lleva a nada, estamos conscientes de la responsabilidad que tenemos y las autoridades tendrán la última palabra, pero no se debe hacer este tipo de comentarios”.
Tampoco el monarca olímpico se quedó callado: “Si se pudieran arreglar las cosas de esa manera, pues así tendríamos muchas más medallas. Si Ramonetti dijo eso tendrá sus razones, pero yo creo que uno como atleta hace lo que te corresponde, entrenar, echarle ganas y trabajar muy fuerte”, declaró Guillermo, a quien correspondió el oro luego de abrazo a uno, transcurrido el tiempo reglamentario y el adicional o punto de oro.
Felipe Payano, secretario de deportes en República Dominicana, reaccionó indignado y en conferencia de prensa anunció que su nación agotará todos los recursos para reivindicar, ya sea ante el Comité Olímpico Internacional u otros foros, la medalla de oro que alegadamente le corresponde a Yulis Gabriel, ya sea ante el Comité Olímpico Internacional u otros foros. “Que lo sepan los mexicanos, no descansaremos hasta que se haga justicia”, precisó, según el reporte de la página digital de ESPN.
Inmediatamente, el presidente de la Federación dominicana, Francisco Camacho, procedió a realizar una reclamación oficial ante el COI y la entidad correspondiente, tal y como dicen los reglamentos, pues al plazo de 21 días establecido desde el final de los Juegos Olímpicos para apelar cualquier decisión le restaban seis días para cumplirse cuando salió la entrevista.
La salpicadura es mayor
Como si todo lo anterior fuera poco, Ramonetti volvió a la carga el 10 de septiembre para aclarar frases y palabras dichas. Sin embargo, sus declaraciones pusieron más bombas y salpicaron el fenómeno a nivel internacional, algo presumible, pero ahora en la voz de uno de sus buenos conocedores.
“Ese tipo de prácticas que se llevan con los jueces es para quedar bien con ellos solo con el trato que se les dé y sin dar ningún soborno. Siempre se ha dado y no solo México las hace.
“China invirtió mucho dinero para invitar a réferis internacionales a su país con gastos pagados. Estados Unidos les da camisetas. Cada país tiene su manera de agasajar a los jueces. Tú tienes la oportunidad de tratarlos bien y quedar bien o tratarlos mal y ya te chingaste. Se desquitan en las calificaciones”.
“En Atenas 2004 le fue mal a los griegos, es decir, perdió su campeón olímpico de Sydney; luego la griega, campeona mundial, empató 6-6 contra Tailandia y le dieron el gane a ella, y un juez de España me dice que los jueces están castigando a los griegos porque están molestos de que los pusieron en un hotel de paso, el primer día no hubo transporte del gimnasio al hotel, se tuvieron que ir a pie, algunos agarraron taxis, y son esas cosas que no puedes creer. El país está invirtiendo una millonada y está descuidando esos pequeños detallitos, y a mí me dijo el juez de España yo no estoy de acuerdo porque qué culpa tienen los atletas, pero eso es una realidad”.
Antecedentes sonados
Nadie debe pensar que este “negocio”, o “mafia sobre el tatami” es nuevo en este deporte. Baste solo recordar algunos hechos recientes que ilustran cuán corruptos están casi todos los niveles de esta federación, incluidas las más altas esferas.
Después de haberse aprobado su inclusión en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, el taekwondo vivió su peor momento extradeportivo. El titular mundial de esa época, el sudcoreano Un Yong Kim, vicepresidente también del Comité Olímpico Internacional (COI), fue condenado en el 2004 —luego de cuatro años de investigación y una advertencia en 1999 por el escándalo de Salt Lake City —a dos años y medio de cárcel por malversación de fondos y soborno del organismo que dirigía.
El juez lo condenó igualmente a una multa de 674 mil dólares, cantidad equivalente a los sobornos que aceptó. A Kim lo hallaron culpable de malversar 3,2 millones de dólares. Y lo más trágico del caso es que, meses antes de entrar a prisión (en julio del 2003), Yong Kim había sido reelegido para otros cuatro años más como vicepresidente del COI.
La experiencia personal de este reportero en los XIV Juegos Panamericanos atestigua de idénticos manejos a los que ahora Ramonetti pone nombre y apellidos. Cuba se vio perjudicada en varias decisiones, lo cual motivó la protesta contundente de nuestras autoridades, incluso el reclamo —200 dólares por delante— de más de una pelea por irregularidades del arbitraje.
Asimismo, en los XX Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena de Indias, fuimos testigos de más de tres horas de retraso de una jornada competitiva por huelga de los jueces, quienes exigían —48 horas por adelantado del final— que se le colocara en el Banco del hotel donde estaban alojados, el dinero por asistir a ese certamen.
Las cosas por su nombre
Y en medio de todo este negocio en el deporte de las llamadas patadas voladoras no en medio de todo este negocio en el deporte de las llamadas patadas voladoras no podía faltar una mención malintencionada a Cuba. “La manera subjetiva de calificar las peleas de los jueces y las embarazosas situaciones que se llegan a presentar, como la del cubano Ángel Matos, quien atacó a un réferi después de ser descalificado en las pasadas Olimpiadas, serían las razones por las cuales el taekwondo podría salir del programa olímpico para la edición del 2016”, ha dicho Ramonetti.
Sin ofrecer un ápice de justificación a la indisciplina de nuestro campeón olímpico, no es prudente ni directamente proporcional el ejemplo cubano ante las incuestionables verdades que rodean esta modalidad. Si el taekwondo sale de las citas cuatrienales será única y exclusivamente por las tajadas monetarias que lo envuelven. ¿O es que acaso se olvida que al entrenador Leudin González, los kazajos le ofrecieron 10 mil dólares para que Valodia perdiera en la discusión de la medalla de bronce en Beijing?
¿Por qué andar con paños tibios y no reconocer que es una de las disciplinas más minadas de intereses de todo tipo menos los deportivos? ¿A qué se debe la actual pugna por la presidencia de la Federación Mundial entre dos que no andan muy limpios, el doctor y titular, Choue, y el segundo al mando, Soo Nam Park? ¿Cuánto cuesta ser sede de una lid internacional? ¿Por qué es tan alto al precio a pagar por una reclamación?
El primer escándalo post-juegos olímpicos ya tiene demasiadas interrogantes por responder aún. De algo sí no quedan dudas: entre pillos anda el juego.

Fuentes: Periódicos mexicanos, dominicanos, sitios en Internet, Federación Internacional de Taekwondo y otros.

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