18 julio, 2008

¿América asaltará Beijing?

A 24 días exactos de que Beijing se convierta en la capital del deporte mundial y comencemos a vivir lo que muchos adelantan como “los mejores Juegos Olímpicos de la historia”, una interrogante parece recorrer buena parte de nuestro continente: ¿cuántas medallas traeremos a casa?
América ha sido imprescindible en la historia de estos eventos, a pesar de que solo dos naciones participaron en la primera edición de 1896: Chile y Estados Unidos. Son precisamente los norteños quienes más preseas y títulos acumulan entre todos los países del orbe en las 25 versiones celebradas, en tanto suman el 83% de las doradas de esta zona geográfica y el 25% del universo.
Pero no son ellos, a partir de su conocido desarrollo económico y deportivo, el centro de este análisis. Preferimos excluirlo, pues una vez más deben discutir la punta de los Juegos con China y Rusia, con algunas posibilidades más para los locales, según la mayoría de los especialistas. Centraremos entonces los argumentos o vaticinios en el resto del área, incluido Canadá, tomando además como elemento adicional un recorrido histórico-comparativo en relación con Cuba.


Archivos y más archivos
Cuba, Canadá y México, por este orden, fueron los primeros medallistas de América —sin contar Estados Unidos— en estas citas cuatrienales, cuando en París 1900 finalizaron en los lugares 12, 13 y 20, respectivamente. Nuestro formidable Ramón Fonst (esgrima) y el canadiense George Orton (3 mil metros) inauguraron la ruta de los campeones, en tanto Brasil se sumó a este trío en Amberes 1920 con lo que es hoy todavía su mejor desempeño en la tabla final con el decimoquinto lugar.
En consonancia con el ascenso lógico de participación y premios, nuestro continente exhibe 18 naciones con monarcas a este nivel, en tanto 28 suman algún tipo de preseas. Haití, en fecha tan temprana como París 1924 se convirtió en la segunda isla caribeña con medallistas olímpicos, gracias a su equipo de tiro. Cuatro años más tarde, en Amsterdam 1928, obtuvo su mejor y último premio en estas lides con el segundo puesto de Silvio Cator en salto largo.
Otras potencias del área, Argentina, México y Jamaica también archivan datos poco conocidos. Los gauchos recuerdan con nostalgia su faena más sobresaliente: onceno lugar en Los Ángeles 1932, mientras los mexicanos, desde ese mismo año, no han dejado de contar con al menos un representante en el podio olímpico, en tanto los jamaicanos no se pierden esas premiaciones desde 1968, apoyado en su totalidad por el campo y pista, con la única excepción del ciclista David Weller, bronce en el kilómetro contra reloj en Moscú 1980.

Espiral de preseas, pero sin espectacularidad
Hace exactamente 20 años, en la cita de Seúl 1988, la región comenzó una consolidación en la tabla general, con diez países o más en el club exclusivo de los medallistas. Tanto ha sido el avance que en Atenas 2004 sumaron este privilegio 13 naciones, con las mayores alegrías para Chile y República Dominicana, que por fin, celebraron sus primeros campeones olímpicos, con la pareja de tenistas Nicolás Massu-Fernando González y el vallista Félix Sánchez, respectivamente.
La cita griega enseñó un Brasil con más poderío y ambición al acumular su mayor cantidad de títulos para una edición (5) y terminar en el escalón 16; al sorpresivo Paraguay con una plata inmensa en el fútbol varonil; al atletismo de Jamaica en su mayor esplendor con dos doradas —imitaron lo hecho en Helsinki 1952—, así como la fuerza argentina en dos disciplinas colectivas para hombres: baloncesto y fútbol, en las cuales festejaron las coronas.
En un entorno cada vez más difícil y donde cada vez se reparten más los máximos galardones —en Barcelona 1992 solo 36 países tuvieron campeones, por 56 en Atenas 2004—, los deportistas de nuestra zona geográfica totalizaron en la capital helénica 76 preseas (25-20-31), lo cual es factible de superar en la venidera justa china, aunque sin espectaculares saltos.

De una vez y por todas
Descontados Estados Unidos y Cuba —por las razones ya explicadas— América volverá a tener en Brasil, Canadá y Jamaica las mayores opciones de aumentar el botín olímpico en Beijing, a lo cual se agregan individualidades de Panamá, México y Ecuador, y los equipos argentinos, específicamente en baloncesto, fútbol y hockey sobre césped para damas.
Brasil debe seguir la inspiración de Atenas y de sus pasados Juegos Panamericanos de Río de Janeiro. Su elenco masculino de voleibol buscará ratificar su título de cuatro años atrás, en tanto sus parejas de voli de playa en ambos sexos harán valer su estelaridad, al igual que el consagrado velero Robert Scheidt, con dos oros y una plata en los tres últimos juegos.

Brasil confía, además, en el desempeño de sus judocas, en especial del conjunto masculino; del triplista Jadel Gregorio; de los gimnastas Diego Hipólito y Jade Barbosa; del nadador Thiago Pereira, de las formaciones femeninas de baloncesto y fútbol, y de sus titulares olímpicos de equitación Rodrigo Pessoa y Baloubet du Rouet.
Los canadienses volverán a apostar sus sueños, con más discreción, en kayac, atletismo, ciclismo y natación, en tanto los jamaicanos seguirán como principales animadores en el campo y pista. Los nombres del saltador Irving Saladino y el marchista Jefferson Pérez lideran los pensamientos de panameños y ecuatorianos, respectivamente, con la diferencia que el marchista sudamericano sabe el significado de ser campeón olímpico, pues hace 12 años lo vivió en Atlanta.
Para México, el clavados y el taekwondo se empinan como las más serias caras del triunfo, tras el retiro de la corredora Ana Guevara y la no clasificación de la ciclista Belén Guerrero, segundas en el concierto olímpico más reciente. Venezuela, con una delegación por encima del centenar de atletas, tendrá que hacerlo casi todo perfecto en boxeo, voleibol y lucha para volver a lo más alto del podio, tras 40 años del éxito del pugilista Francisco Rodríguez.
No podemos concluir sin mencionar las potencialidades en atletismo de las islas del Caribe: República Dominicana, Trinidad y Tobago, Bermudas y Bahamas, de las que pudieran salir más de un premiado.
Algo sí parece evidente y conclusivo de este análisis. Las medallas de América deben crecer en Beijing de manera global, pero Cuba continuará al frente de estas naciones, tal y como viene sucediendo desde 1972.

1 comentario:

Eliseo Roberto Díaz dijo...

Joel mi nombre es Edgar Machado y soy un periodista deportivo que trabaja y reside en la ciudad de Florida capital de su departamento homónimo perteneciente a la República Oriental del Uruguay. Mucho más allá de ser un periodista deportivo soy un fánatico del deporte y por sobre todas las cosas un admirador de los logros deportivos de los ateltas cubanos.
Me gustaría si esta dentro de tus posibilidades establecer un contacto más fluído contigo para tratar de que me cuentes como es que tu país ha logrado, según tu parecer, estar practicamente en la élite del deporte mundial.
Uruguay ha vivido por siempre en el ostracismo deportivo por falta justamente de una cultura deportiva que creo es la que existe en tu país.
Te agradezco si te comunicas conmigo, mi correro electrónico es edgaresteban@gmail.com.
Quedo a la espera de tu respuesta un abrazo. Edgar