23 abril, 2008

¿Una nueva Amarilis Savón?


Cualquier reseña de judo sobre lo visto en la IV Olimpiada del Deporte Cubano, en la Sala Ramón Fonst, pudiera empezar por los triunfos, medallas y declaraciones de los campeones. Sin embargo, dentro de lo visto en las dobles jornadas hubo un hecho que detuvo la mirada de este redactor.
El llanto de Zailyn Lantaron (16 años) tras el combate final frente a la número uno del mundo en 48 kilos, Yanet Bermoy, no podía escapar en esta crónica. “Me sentía bien para ganarle, no sé para qué tuve que hacer esa técnica de cadera”, decía entre sollozos y el apoyo de su mamá Xiomara, su novio y todas sus compañeros de equipo.
Entonces no reparé en declaraciones. Su estilo sobre el tatami —y hasta su físico— es muy parecido al de una extraclase en el mundo de los ippones: Amarilis Savón. Este domingo, dentro del público, y mientras apoyaba al resto de la selección pude hablar con ella.
“Me embullé para practicar este deporte cuando veía los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. Legna Verdecia es mi paradigma, aunque el judo que me gustaba era el de Amarilis, a quien dicen me parezco mucho”, dice con sonrisa traviesa. Con apenas 16 años, la joven de San Miguel del Padrón está consciente de lo que significa tener a Bermoy como su principal rival.
“Ella es la mejor del mundo, pero trato todos los días de aprender de ella y por supuesto, quiero ganarle algún día”, explica con palabras de futuro. “Driulis siempre está dando consejos a las jóvenes del equipo y eso nos ayuda, pues todas aspiramos a ir a campeonatos mundiales, panamericanos y Juegos Olímpicos”.
Sin más confesiones, Zailyn parece ser de esas judocas que en días de Olimpiada intentan desbordar “a las grandes, a las establecidas”. Su medalla de plata ahora es solo el comienzo de muchos sueños, que esperamos algún día contar.

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