Softbolistas quieren montar el último tren para China

Hace ocho años la película se filmó de esta manera. Nuestro equipo femenino de sóftbol ganó el torneo preolímpico en Venezuela y obtuvo su primera y única clasificación para la cita de los cinco aros en Sydney 2000, donde terminaron séptimas. Aún hay quien recuerda el hecho como la cumbre de la disciplina en la Isla. Y no le falta razón.
No todos los papeles protagónicos son ahora los mismos, pero la película se repite bastante, al menos en su inicio. Otra vez la tierra de Bolívar, específicamente Valencia (del 18 al 26 de agosto), vuelve a acoger la lid clasificatoria de América para los Juegos Olímpicos. Y Cuba aspira a ponerle nuevamente su sello, aunque el drama resulte mucho más duro que entonces.
TOMA UNO: Preparados… Acción
Tal y como establece la Federación Internacional de Sóftbol, a la última presentación olímpica del sóftbol en Beijing 2008 —hasta que se retome la discusión para el 2016— asistirán las cuatro primeras selecciones del campeonato mundial del 2006, Estados Unidos, Canadá, Japón y Australia; las chinas en su condición de sede, y tres conjuntos más.
Europa y África se eliminarán en julio en pos de una plaza, Asia y Oceanía lo harán un mes después por el segundo boleto; mientras América tendrá el tercer derecho en la justa venezolana, a la que confirmaron asistir República Dominicana, Puerto Rico, Argentina y Colombia, en tanto Cuba y otras naciones del continente esperan sumarse en breve.
El sobrado incentivo de buscar la única plaza que otorgará la lid está sustentado en una de las mejores preparaciones de los últimos años —en julio lo demostrarán en los XV Juegos Deportivos Panamericanos de Río de Janeiro—, en la madurez de un equipo que archiva el subtítulo regional como último estandarte y en un balance favorable de victorias frente a los presumibles rivales.
El conjunto anfitrión y Cuba son los candidatos de fuerza al boleto, por su historia y los desempeños recientes. Desde el 2003 hacia acá, el balance aún nos favorece 5 victorias por cuatro reveses frente a las sudamericanas, aunque ellas han triunfado en los partidos claves, como sucedió en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Cartagena de Indias.
TOMA DOS: Otra vez a escena
La ausencia al preolímpico del 2003, en Puerto Rico, nos sacó del concierto olímpico en Atenas 2004, donde teníamos más o menos oportunidades de repetir un resultado idéntico al obtenido cuatro años atrás. Sin embargo, la realidad del 2007 asoma con una cuota diferente, sobre todo, si tomamos en cuenta que las softbolistas tendrán su “momentáneo” adiós en la mismísima Muralla China.
Cuba ha mejorado mucho el área de lanzamiento —tenemos tres lanzadoras con rectas por encima de las 70 millas—, la defensa se ha mantenido a idéntico nivel con jugadoras de cuadro de más maestría; mientras la ofensiva, sin ser de las mayores, se basa en la velocidad, el toque preciso, la jugada táctica, ingredientes con lo que se gana cualquier partido.
Incluso, los imprescindibles topes internacionales —sin llegar a ser tan abundantes y de tanto nivel como sus adversarias—, han sido mayores que en otras etapas e incluyen el torneo centroamericano, el panamericano de la disciplina, los II Juegos del ALBA y algunos juegos de exhibición.
El sóftbol femenino cubano tiene opciones reales de retornar al Olimpo, en un momento donde las disciplinas colectivas de la Isla parecen desfasadas de él, pues apenas dos concurrieron a Atenas: el béisbol y el voleibol para damas. Eso sí, el último tren para llegar a China sale en agosto…
Este filme bien pudiera titularse con el refrán: bola viva, y en juego.