Con otra controvertida y asustada victoria 1-0 sobre Alemania, la selección cubana de béisbol aseguró su pase a la discusión del oro del XIII torneo de Rótterdam, en el cual enfrentará a su similar de Taipei de China, con el cual ha cedido par de veces en este certamen.
Los europeos volvieron a ser una piedra en el camino para la tropa antillana —lo habíamos derrotado 4-3 en diez entradas en la primera vuelta—, pues su lanzador André Hughes mantuvo a la tanda cubana en “su puño” con apenas seis indiscutibles permitidos y una solitaria carrera en el séptimo capítulo.
Otra vez el llamado “capítulo de la suerte”, propició romper el empate a ceros en la pizarra, cuando Yasel Puig se embasó por boleto, Donald Duarte pegó hit de Donald Duarte y William Saavedra llegó a primera por error del propio lanzador alemán, quien ponchó a Yordanis Samón después, pero no pudo impedir un roletazo impulsador de Erisbel Arruebaruena.
Los teutones amenazaron en el octavo episodio, cuando ligaron par de imparables, pero el relevista Dalier Hinojosa —sustituyó al zurdo Misael Silverio un inning antes— tomó un segundo aire y liquidó sin contratiempos al segundo y tercer bate del conjunto alemán.
Si el partido de la primera vuelta dejó un sabor amargo a los cubanos con ese extraininng inesperado, el celebrado este sábado no escapó de igual paladar, aunque el éxito haya sonreído nuevamente a la tropa de Roger Machado, envuelta en un slump de bateo increíble (251 de average) y apenas 18 carreras anotadas en ocho partidos.
No quedan dudas que para la final de este domingo, Taipei de China sale como favorita e Hinojosa debe volver a subir a la lomita, con Ismel Jiménez y Yadir Rabí como los primeros relevistas. ¿Despertarán los bateadores en el último juego? ¿Retendremos el título alcanzado en el 2009 con otro marcador cerrado?
Las lecciones de Rótterdam han quedado claras. Sobre ellas volveremos en otro comentario.
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