Las selecciones cubanas de judo no pudieron romper el dominio dorado de Japón y Brasil en el Grand Slam de judo que tuvo por sede Río de Janeiro, Brasil, y tuvieron que conformarse con dos solitarias preseas en nueve presentaciones: la plata maravillosa de Asley González (90kg) y el bronce convincente de Mariset Espinosa (63 kg).
Asley, campeón de la última Copa Panamericana, tuvo la mejor competencia deportiva en su joven carrera, al dominar por ippón al brasileño Bruno Ferreira, al español David Alarza y al azerí Elkhan Mammadov, mientras que en semifinales derrotó por igual vía al titular mundial del 2007 y doble medallista olímpico, el local Tiago Camilo.
Lo más importante de esa victoria fue que lo hizo cuando perdía por wazari y faltaban apenas segundos para que concluyera. Sin duda, será una pelea inolvidable para el antillano, quien apenas cedió en la final por yuko ante otro jerarca del tatami, el japonés Takashi Ono, bronce universal en el 2005.
Los medios locales calificaron a Asley (sumó 180 puntos para el ranking olímpico) como uno de los grandes animadores de este Grand Slam, en el cual solo Rusia en los 66 kilos varonil y Rumania en los 57 kilos para damas pudieron arrebatarle una dorada a japoneses y brasileños.
El resto de la tropa masculina quedó por debajo de su calidad, pues el subtitular del orbe y bronce olímpico, Oscar Braison (+100) cayó en su primer combate, al igual que el tercero del planeta, Oreidis Despaigne (100 kg). No obstante, estos tres hombres siguen siendo los puntales del equipo para el venidero campeonato universal y los Juegos Panamericanos de Guadalajara.
Las damas de Veitía sumaron puntos, pero…
Acostumbrados a una actuación superior, el bronce sorpresivo de Mariset Espinosa — sustituta a última hora de la tercera del mundo en ese peso, Yaritza Abel— no complació a muchos seguidores de la escuadra femenina que dirige el profesor Ronaldo Veitía, la cual concurrió a la cita sudamericana con seis judocas, pues Dayaris Mestre (48 kg) quedó en Cuba por lesión.
Cuatro quintos lugares de las consagradas Yanet Bermoy (52 kg), Onix Cortés (70 kg), Yalennis Castillo (78 kg) e Idalis Ortiz (+78 kg) no hubieran levantado tanto asombro si no fueran porque tres de ellas cayeron ante rivales del continente: dos brasileñas y una colombiana, las mismas que enfrentarán en octubre próximo en la lid multideportiva de Guadalajara.
Cuatro quintos lugares de las consagradas Yanet Bermoy (52 kg), Onix Cortés (70 kg), Yalennis Castillo (78 kg) e Idalis Ortiz (+78 kg) no hubieran levantado tanto asombro si no fueran porque tres de ellas cayeron ante rivales del continente: dos brasileñas y una colombiana, las mismas que enfrentarán en octubre próximo en la lid multideportiva de Guadalajara.
Es cierto que todas compilaron unidades para el ranking olímpico, incluso Yurisleidis Lupetey (57 kg), quien no pudo pasar de su debut ante otra local, Ketleyn Quadros. “Cumplimos con nuestro objetivo principal que era sumar puntos, pero no puede obviarse que algunas naciones como Francia, Rusia, Japón e Italia presentaron dos atletas por división y Brasil cuatro”, comentó Veitía desde la sede.
El Grand Slam es la última justa internacional de nivel antes de la justa del orbe de agosto, en Francia, donde el judo cubano intentará asaltar de nuevo al podio de premiaciones del que nunca han descendido en estas citas.
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