Sin ánimo de justificar nada y consciente de lo que todavía le falta a Karel Aguilar en la parte física, regresó a Cuba esta semana la dupla de canotaje integrada por Serguei Torres-Karel Aguilar, quinta en la primera y única Copa del Mundo a la que asistirán este año, celebrada en el lago Malta de Poznan, Polonia.
El binomio no pudo cumplir su meta precompetencia de alcanzar una presea en el C-2 sobre 1000 metros, a pesar de haber marcado el segundo mejor crono en las preliminares y lidiar con embarcaciones de reciente formación, aunque de mucha más experiencia deportiva que los nuestros.
Es cierto que los tiempos en este deporte poco dicen, pues vientos a favor o en contra, cambios de temperaturas y hasta la profundidad del lago han dejado su impronta en no pocos medallistas. En el caso de los nuestros, la segunda regata, —entraron directos a final al terminar primeros en su heat clasificatorio— pareció un puñal para ellos, pues casi todo el tiempo se mantuvieron fuera de los tres punteros.
Días antes de la partida hacia la Copa del Mundo, el experimentado entrenador Osvaldo Labrada había comentado que desde el punto de vista técnico-táctico, la dupla estaba muy bien, pero en la parte física aún Karel no estaba a su máximo nivel pues comenzó a entrenar hace apenas cinco meses tras dos años de inactividad.
“No obstante, su experiencia será decisiva para un año en el que tendremos los Juegos del ALBA, campeonato mundial y los Juegos Panamericanos”, comentó en otro momento del diálogo el preparador que llevó a Cuba al concierto internacional de este deporte con los discípulos Leobaldo Pereira, Ibrahím Rojas y Ledi Fran Balceiro, titulares mundiales y submonarcas olímpicos.
Por problemas económicos del todo conocidos, a última hora Cuba no pudo llevar a la Copa del Mundo de Poznan representantes en el kayac varonil, modalidad en el cual la principal figura sigue siendo Reinier Torres —bronce mundial y de estas Copas—, quien rema ahora con nuevos compañeros de tripulación: Osvaldo Labrada hijo en K-2 sobre 1000 metros y Félix Vargas en el K-2 sobre 200.
LO QUE RESTA DE TEMPORADA
“La intención de regresar se debe a que todavía ambos pensamos en que es posible ser campeones mundiales y olímpicos”, acotó con serenidad Karel Aguilar, doble subtitular del orbe (2005-2007) y dos veces bronce universal —por solo mencionar los premios más encumbrados—, en el bote C-2, junto a Serguei Torres.
Por otra parte, el entrenador de kayac, Evidio González, no escondió sus pretensiones en el mejor ciclo deportivo de esta especialidad. “Somos ambiciosos y esperamos mejores resultados, no solo con nuestro buque insignia que es el K-2, sino también con el K-4. Queremos dar una gran sorpresa en los Juegos Panamericanos de Guadalajara”
A pesar de retornar sin preseas de la esta primera Copa del Mundo en la que concurrieron 361 atletas de 39 naciones, los piragüistas cubanos confían en subir al podio en el campeonato del orbe de agosto venidero y en lograr no menos de cinco doradas en la cita multideportiva continental. Trabajo y deseos sobran, pero es menester competir y competir.
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