Hace solo unas horas, la selección española de béisbol
conquistó el primero de los cuatro boletos que se disputan en los torneos
clasificatorios para el Tercer Clásico Mundial con una selección mayoritaria de
jugadores latinos, cual nueva conquistadora del siglo XXI en este deporte.
El triunfo final sobre Israel en extrainning (9-7) tuvo un
sabor más venezolano (11) dominicano (5) y cubano (5), que propiamente español,
pues los peloteros nacionalizados en esa tierra para competir en el certamen
celebrado en Júpiter, Florida, no solo colmaron la alineación regular, sino que
fueron claves en la victoria, como Yunesky Sánchez, Jesús Golindano y Engel
Bertre, por solo citar tres ejemplos.
Quizás pocas selecciones en un torneo oficial por países
estén compuestas de tantas nacionalidades como la tuvo ahora España en este
llamado preclásico. Más bien es todo lo contrario, las formaciones nacionales
siempre presumen de aglutinar lo mejor de sus deportistas para este tipo de
justa, en tanto la amalgama de jugadores foráneos queda reservada
fundamentalmente para los torneos de clubes.
Insisto en que el triunfo de España ahora sabe más a
cualquier cosa menos a desarrollo verdadero de la pelota en una nación con una
liga muy corta y pequeña, en tanto su estreno en el Tercer Clásico Mundial solo
servirá para rellenar el Grupo donde quede ubicada, pues si sudó la camiseta
con Israel – cayó incluso en una ocasión 4-2— qué pudiera esperarse ante
formaciones asiáticas o de América con mucho más fogueo y palmarés.
Para que se tenga una idea lo que estamos hablando, España no
ha podido pasar del tercer puesto en los campeonatos de Europa, donde las
potencias indiscutibles y de mayor avance —con peloteros propios que poco a poco
se han ido insertando en circuitos profesionales— son Italia y Holanda.
Los nueve jugadores regulares que salieron a defender su
camiseta en el estadio Roger Dean no nacieron en la “Madre Patria”, sino que
fueron nacionalizados a la fuerza para intervenir en una lid de la que ya
sacaron sus primeros dividendos económicos y que quizás le ofrezca más en lo
adelante, hasta marzo del 2013.
Es lamentable que cuando la Federación Internacional de
Béisbol hace tanto esfuerzo por aumentar el auge y el nivel de este deporte en
el planeta, todavía hay quienes piensen que realizando “una nueva conquista por América” se puede
ganar no solo un torneo como este, sino seguir sacando mucho oro.
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