Un fatídico séptimo episodio con cuatro carreras decisivas de Taipei de China y otra vez un bateo que no produjo en el momento oportuno dieron como resultado la tercera derrota (1-4) de Cuba en el XIII torneo de béisbol de Rótterdam, Holanda, con lo cual casi quedaron eliminados de discutir el título de la justa.
El alto mando antillano envió al box al derecho pinareño Yosvani Torres, quien tuvo ventaja mínima en la pizarra desde el tercer capítulo cuando sus compañeros ligaron doble de Rusney Castillo y hit de Yoilán Cerce ante los envíos de Yu Hsun Chen, un lanzador que apenas toleró seis imparables en los ocho inning que tiró.
Con el marcador 1-0, llegó el llamado inning de la suerte para los asiáticos, en el que abrieron con sendos indiscutibles y luego adelantaron los corredores con sacrificio del primer bateador en la tanda. Machado ordenó entonces transferir intencionalmente al siguiente hombre para buscar el doble play, jugada muy polémica, pues se trataba del receptor Kuan Wei Yang, quien le había conectado ya par de cohetes en el partido.
Yang empujó el empate con su tercer cañonazo de la jornada y decretó la salida de Torres por el relevista Ismel Jiménez, que sacó el segundo out por roletazo al campo corto (forzaron en tercera), pero no pudo impedir la segunda anotación, en tanto acto seguido fue castigado con el cuarto hit de la fatídica entrada.
Sin perder tiempo, Duniel Ibarra salió en auxilio de Jiménez, pero esta vez el saludo del designado Tsung Han Yu resultó irrespetuoso con inatrapable al jardín central, válido para impulsar las carreras tres y cuatro de un inning que el equipo cubano no olvidará jamás.
Del resto se encargó el pitcheo taipeiano, otra vez indescifrable para los nuestros, que vieron descender su promedio ofensivo colectivo a 266, en tanto solo Cerce (417), Castillo (370) y Puig (317) se mantiene por encima de 300 de average. Para ilustrar el pobre rendimiento con el madero baste decir que Cuba es el equipo de menos carreras anotada del certamen con 15, igualado con Curazao.
Vale ahora cuestionarse por qué sucede tan mal desempeño ofensivo si ese era uno de los mejores apartados del conjunto desde los topes de preparación, ni por qué en un juego decisivo como ese no se le dio la bola a la mejor carta de triunfo del elenco, Yadier Pedroso, reservado para el partido contra Holanda este viernes.
Es cierto que una victoria con los anfitriones nos empataría en el segundo lugar con cuatro triunfos y tres reveses a falta de una fecha para el cierre de la segunda vuelta, por lo que habría que acudir al sistema de desempate —si ambos ganan el sábado— para definir qué equipo discutirá el cetro con Taipei el próximo domingo.
Pocos recordamos un desempeño tan pobre de una selección nacional en este torneo de Rótterdam, incluso cuando acudíamos con formaciones de la capital cubana. Es cierto que no es el mismo béisbol, pero talento y calidad hay esos peloteros para haber rendido más de lo hecho.
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